domingo, 31 de marzo de 2019

La primera revolución socialista

Ejecución de Mazdak
Los papeles del doctor Annagro
I. La primera revolución socialista
Entre los siglos III y VII d. C. existió en Medio Oriente un vasto imperio, heredero del persa aqueménida. Se le conoce como imperio sasánida. Abarcaba el actual Irán, Irak, Siria, Líbano, Turquía, Israel, Egipto y partes de la península arábiga.
La religión oficial era el zoroastrismo, derivada del mazdeísmo. El fundador, Zoroastro o Zaratustra, es semilegendario. Si existió, pudo haber vivido entre el 1200 y el 600 a. C.
El zoroastrismo es monoteísta, venera al dios Ahura Mazda, creador de todo. Pero hay también una suerte de dualismo, pues se habla de Arimán, el mal, que para algunos no es un ente, sino más bien la capacidad de actuar incorrectamente, de desviarse del camino recto.
Dentro del zoroastrismo surgió una secta, conocida como mazdekismo, en el siglo V. Al parecer estuvo influida por el maniqueísmo, aparecido dos siglos antes, que postula un fuerte dualismo entre el Bien y el Mal personificados.
Mazdak habría sido el fundador de esta secta, que comenzó a ganar adeptos e influencia en el siglo VI. Un rey, Kavad I, se convirtió al mazdekismo y chocó con el clero tradicional del zoroastrismo.
Mazdak estaba de parte de los campesinos y culpaba a los nobles y al clero persas de la pobreza y la opresión de los humildes. Con presupuestos teológicos, fundamentó una política favorable a la masa popular y llegó a proponer un reparto igualitario de bienes. O serían propiedad colectiva o se repartirían de manera equitativa.
Con el apoyo de Kavad I, Mazdak impuso una serie de reformas que incluyeron el reparto agrario y la propiedad comunal de la tierra, el reparto de bienes de la nobleza y el clero, el cierre de recintos zoroastristas, el derecho a no servir en el ejército (pues el mazdekismo era pacifista) y también el amor libre.
Se provocó un caos en medio de la revolución y la nobleza y el clero zoroastrista derrocaron momentáneamente al rey, que, sin embargo, pudo recuperar al poder. Kavad I calculó que era demasiado peligroso seguir apoyando a Mazdak y lo abandonó a su suerte.
Los nobles tuvieron vía libre para acabar con los mazdekistas. Cayeron miles. Y el propio Mazdak fue torturado y asesinado. Hay quien dice que lo enterraron de cabeza, otros, que lo colgaron y lo flecharon.
Tras la represión brutal del mazdekismo, los nobles restituyeron el zoroastrismo tradicional, reinstalaron la propiedad privada, acabaron con las formas comunales de la propiedad de la tierra y prohibieron las prácticas de amor libre.
Un siglo después el imperio sasánida fue conquistado por los musulmanes de la península arábiga. Se impuso el islam y el zoroastrismo fue prácticamente borrado (hoy es seguido por un par de millones de personas, la mayoría en la India).
En varias corrientes musulmanas sobrevivió, no obstante, el zoroastrismo, de manera marginal. Y también el mazdekismo.
En el siglo IX, Babak Khorramdin, un líder militar persa, dirigió una revuelta importante contra los árabes en el califato abasí, que controlaba la región histórica del imperio sasánida. Khorramdin, cuyos seguidores fueron conocidos como kurramitas, buscó realizar una revolución inspirada en el mazdekismo, aniquilado tres siglos antes.
Khorramdin fue derrotado por traición, capturado y torturado. Se le cortaron los brazos y las piernas y se le dejó morir desangrado.
Hay quien sostiene que el socialismo de Marx tiene influencia cristiana y es probable que sea así. Pero hay que resaltar que en otras tradiciones culturales existieron credos revolucionarios e igualitarios, como el mazdekismo, que además fue llevado a a la práctica.
Es interesante también que estos movimientos revolucionarios partían de doctrinas dualistas. La dialéctica de Hegel y después la de Marx podrían verse como versiones filosóficas de principios teológicos antiquísimos, con consecuencias profundas para la praxis política.

1 comentario:

  1. Con ejemplos como este, se podría decir que la tensión entre regulación social y emancipación social (Boaventura), no es característica únicamente de la modernidad. Está muy interesante Carolus.

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