Ahora que están próximas las
fechas del "Halloween" (31 de octubre) y del "Día de
Muertos" (2 de noviembre) comienzan algunas discusiones sobre cuál
celebración sería adecuado realizar.
Unos parten de lo
"tradicional" mexicano, el "Día de Muertos", que es un
fenómeno de muy diverso origen y compleja conformación. Tiene influencias
prehispánicas (no sólo mexicas) y católicas. Justamente en la influencia
española se filtran otras muchas tradiciones, que lo acercan, si no es que lo
hermanan, al mismo Halloween.
Como se sabe, el "Día de
Muertos" coincide con el "Día de Todos los Santos" (1 de
noviembre) y con la "Conmemoración de los Fieles Difuntos" (2 de
noviembre) de la liturgia cristiana. La cuestión es que la institución católica
de estas dos últimas fechas se realizó sobre fechas de festividades
"paganas" como parte de un proceso de muchos siglos de
cristianización. Aquí entra la festividad celta del Samhain, que, con mediación
cristiana, se convertirá en el Halloween.
Siendo esquemáticos, el "Día
de Muertos" es la subcodificación de la "Conmemoración de los Fieles
Difuntos" en México, con la incorporación y reformulación de tradiciones
prehispánicas, así como el "Halloween" es la subcodificación de la
"Conmemoración de los Fieles Difuntos", con la incorporación y
reformulación, por ejemplo, de varias tradiciones celtas, sobre todo en Gran
Bretaña e Irlanda (de ahí se llevará a Estados Unidos).
De manera que el Halloween no es
menos católico o cristiano que el "Día de Muertos". La diferencia
está más bien en lo anterior a lo católico: lo prehispánico en México, lo
precristiano en Europa. Ambas celebraciones son resultado de una muy compleja
síntesis cultural.
Cuando se critica el Halloween
desde México, se ha apelado, desde un discurso religioso, a que es una fiesta
"pagana" o incluso "diabólica". Lo cierto es que no sería
tan pagana como el mismo Día de Muertos con sus antecedentes prehispánicos. En
ambas celebraciones se filtran influencias precristianas.
Otra crítica al Halloween es que
representa un ejemplo del proceso de aculturación que forma parte de la
dominación imperialista norteamericana (que incluye lo económico, lo político,
lo académico, lo cultural, lo ideológico). A mi juicio, sin embargo, estos
procesos de imposición, de dominación o de colonización son complejos y suelen
tener varias vías. La imposición cultural suele producir fenómenos
heterogéneos, no es una imposición que logre conservarse intacta frente a la
influencia del elemento dominado.
El "código" impuesto se
"subcodifica" y en esa subcodificación hay una relación compleja
entre lo que se impone y el medio en se impone. Hay un "mestizaje" y
una "codigofagia" cultural que trae como resultado fenómenos mixtos,
únicos.
El Día de los Fieles Difuntos,
una propuesta católica, se impuso en regiones de Europa como parte del proceso
de cristianización y generó el Halloween. Esa misma propuesta, siglos después,
y ya "subcodificada" en España, se trajo a América y, como parte de
otro proceso de subcodificación, generó el Día de Muertos, que además muestra
pluralidad regional.
Pero ahora se habla de una
imposición del Halloween desde Estados Unidos. Y podríamos aceptar esa alerta.
Sin embargo, debemos decir que también en Estados Unidos ha ido creciendo la
presencia del Día de Muertos. Y además que son procesos que se van devorando
mutuamente, códigos que hacen codigofagia.
Así, por ejemplo, de unos años
para acá en México hemos visto desfiles de Catrinas (con sus versiones
masculinas), en lo que parece una subcodificación de la práctica de disfrazarse
propia del Halloween y no presente en el Día de Muertos.
En la película británica
"Spectre" de la serie de James Bond, que se rodó en parte en el
centro de la Ciudad de México, se representó un "Día de Muertos" muy
extraño, con desfile de Catrinas y calaveras monumentales
(http://bit.ly/1Nb7Bp6). Lo curioso es que esa imagen anglosajona del Día de
Muertos, ya con la impronta también de la mercancía cultural, ha sido asumida
por algunos mexicanos como una versión más "mexicana" que el Halloween.
En Guadalajara, el día de ayer
desfilaron estudiantes caracterizados como Catrinas. Según explican, es una
forma de "rescatar la tradición" del Día de Muertos, frente a la
influencia del Halloween. En ese "rescatar", curiosamente, están
incorporando elementos del mismo Halloween como se celebra en Estados Unidos
(como los disfraces). Es, pues, un "rescate" que asume la visión
anglosajona y comercial del Día de Muertos que podemos reconocer, por ejemplo,
en "Spectre".
La subcodificación y la
codigofagia hacen muy difícil hablar de "tradiciones" puras y también
hacen vanos los intentos de preservar sin influencias los fenómenos culturales.