domingo, 7 de octubre de 2018

El nieto de Malcolm X y yo


Malcolm Shabazz era hijo de una hija de Malcolm X, nació el mismo día que yo, el 8 de octubre de 1984.
Vivió con su abuela. Pronto reveló tendencia peligrosas, de esquizofrenia y otros desórdenes mentales. Cuando tenía doce años le prendió fuego a su casa. Betty Shabazz, la viuda de Malcolm X, murió por las quemaduras. El niño fue recluido un tiempo en un centro de detención juvenil.
Ya en la adultez estuvo involucrado en robos y destrucción de propiedad privada. Fue a prisión en varias ocasiones. En 2010, siguiendo su fe musulmana, peregrinó a La Meca. Intentó establecerse en Medio Oriente. Vivió en Siria. Volvió a Estados Unidos. Se involucró en el activismo afroamericano.
En épocas de terrorismo fundamentalista y de la guerra civil en Siria, el hecho de que el nieto de Malcolm X pasara temporadas en aquella región del mundo probablemente provocó escozor en más de algún funcionario del gobierno estadounidense.
En febrero de 2013, mientras preparaba un viaje a Irán desde Middletown, Connecticut, fue detenido. En un pronunciamiento público, acusó a la CIA y el FBI. Según reveló, su intención de viajar a Irán era participar en un festival de cine en Teherán.
Temía que lo asesinaran. Escribió que, si la CIA quería deshacerse de él, no lo haría un agente de traje y corbata, sino quizá la policía local del lugar donde estuviera, manipulada o bajo las órdenes de la agencia de inteligencia.
En mayo de 2013, un par de meses después de ese arresto, Malcolm Shabazz viajó a México. En la capital, junto con un amigo, estuvo en un bar cercano a Plaza Garibaldi.
El mesero pretendió cobrarles una cuenta de 1200 dólares. Se quejó. Le dijeron que cada cerveza costaba 30 dólares (casi 400 pesos en ese momento). Le cobraban también el servicio de sonido, la propina y el asiento. Se negó a pagar. Le apuntaron con una pistola, lo sometieron y lo metieron a un cuarto.
A su amigo le robaron la cartera y el teléfono, pero logró escapar. En cambio, Malcolm Shabazz fue golpeado por varias personas, cinco o seis. Era el 10 de mayo, Día de las Madres. Lo recogió una ambulancia. Fue trasladado a un hospital, pero no sobrevivió. La autopsia reveló que lo habían molido a golpes en la cabeza y el abdomen con un tubo u un bate.
Su cadáver fue entregado después de cuatro días a la embajada de Estados Unidos. La prensa determinó que su caso era uno más de jóvenes golpeados por no querer pagar la cuenta en los bares del centro. Unas mujeres habían atraído a él y a su amigo, los habían inducido a gastar y, ante la negativa de pago, recibieron una golpiza. Sólo que ahora "se les pasó la mano".
Malcolm Shabazz tenía 28 años.
Así terminó la vida de uno de los descendientes de Malcolm X.

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